- Lo más importante es mantener/conservar una piel en perfecto estado. Limpia, exfoliada, hidratada, bien nutrida. Sin una buena base para trabajar, pocos trucos funcionan.
- Terminar de maquillarse siempre al menos 45 minutos antes de salir, principalmente si es de día. Con eso daremos tiempo a que, sobre todo la base, los polvos, y el colorete se fundan con la piel, evitando el efecto careta y consiguiendo un aspecto natural.
- Es un error cargar la mano para ocultar los signos de cansancio. Si nos maquillamos suavemente sobre todo los ojos, conseguiremos una mayor sensación de frescura que si intentamos tapar con pintura las posibles bolsas, ojeras, o párpados hinchados.
- Procurar hacerlo con luz natural si la salida no es por la noche. La luz artificial come mucho los colores, y si nos maquillamos bajo ella, podemos encontrarnos con la desagradable sorpresa de ir pintadas como un indio al salir a la luz diurna.
- Hay que elegir un fond de teint adaptado a nuestra edad y tipo de piel. Debe ser cubriente pero ligero, las texturas densas forman una capa muy artificial. Hay infinidad de marcas y gamas. Yo tengo una piel normal/mixta y bastante sensible; uso, desde hace tiempo, el Studio Secrets de L´Oreal:
Cubre lo suficiente, no se agrieta, deja la piel jugosa, tiene un acabado satinado, y se aplica cómodamente con brocha. Su precio, muy razonable, sobre 23 euros.
- Especial atención a la elección del tono: Dependiendo de vuestro color de piel, el mismo, o un tono más oscuro como mucho. Se tiende a pensar que estar morena favorece, pero a ciertas edades, un maquillaje demasiado oscuro avejenta tanto como otro demasiado claro.
- Hay también unos maquillajes interesantes, pero no los he probado todavía. Son los que denominan efecto photoshop (ya será menos), pero que tienen unos pigmentos reflectantes que prometen proyectar la luz en la parte frontal del rostro. Os los pongo como novedad, aunque, hasta que no lo vea no lo creo.