La vida en general ha cambiado mucho en las últimas décadas, y la sentimental en particular no es una excepción. Aquello de que el matrimonio es para toda la vida quedó atrás, y cada vez son más las parejas maduras, compuestas por hombres y mujeres pre-divorciados, normalmente mayores de 40 años e incluso mayores de 50, que se animan a una segunda, incluso tercera boda. Así que ésta tiene que ser por lo civil. Él y ella son algo talluditos. Ya no tienen veintitantos y, además, en cuanto a procedimiento y vestimenta, esta ceremonia nada tiene que ver con la religiosa.
Se impone renovación de looks de novia para adaptarla a la nueva situación. Hay normas de etiqueta para bodas civiles y maduras. Un consejo:
Adapta el estilismo a tu personalidad.
Sé original si te gusta, pero siempre elegante
Bolso de malla años 40 y peineta en nácar y cristal
Foto by López Linares Anticuarios
Lo principal:
No te vistas de novia tradicional con traje blanco largo y velo.
- Ése un look ideal para jovencitas en su boda eclesiástica, pero, a estas alturas, sinceramente parece un disfraz.
Ten en cuenta también que una ceremonia es algo diferente de una fiesta.
- Hay mucha gente que, al pensar en el modelo a lucir, confunde ambas. Si eres una novia en tu boda civil, elige el estilismo adecuado a esta ocasión. Si es por la tarde-noche, hay celebración posterior y te apetece, puedes cambiarte de traje después y ponerte algo más espectacular.
- Además de tu propio estilo, el lugar y la hora del acontecimiento mandan. No es lo mismo que la ceremonia se celebre en una casa de campo a las siete de la tarde, que en un juzgado en medio de la ciudad a las 12 del mediodía: Según el caso, utiliza un vestido corto de líneas depuradas, un traje de chaqueta de corte impecable, un smoking... Y adórnalo con joyas y complementos muy especiales que le den un subidón. Para éstos, el vintage es una buenísima opción.