Seguimos en terminología marinera. Estamos en Cabo de Hornos, longitud 56º Sur; el punto que separa el continente americano de la Antártida; el lugar más peligroso del planeta para los barcos. Vientos de 100 kms/h, olas gigantescas, temperaturas heladoras. Condiciones atmosféricas extremas. Hay que poner los cinco sentidos y toda la pericia posible en la navegación para mantenerse a flote.
Para mí es una perfecta metáfora. Doblar el Cabo de Hornos de la vida es una gesta que merece toda nuestra atención. A partir de los 50 años una gran parte de las mujeres naufraga en términos de atractivo físico. Demasiada adversidad para navegantes descuidadas. Imposible sobrevivir a ella si no se sabe pilotar.
Si los 40 Rugen, los 50 Aúllan. Te van advirtiendo cada vez con más apremio, con más ruido, de que va quedando menos para la vejez. No, no lo mires como algo negativo porque lo realmente importante es que estamos aquí, en medio de nuestra vida; esa que, sea o no feliz y gratificante (nunca lo es del todo ni todo el tiempo) es lo único que de verdad tenemos y queremos seguir viviendo en plenitud.
Cumplir 50 años significa entrar de lleno en la madurez, ya sin paliativos.
- Muchas mujeres se resignan: Soy una cincuentona, la edad de seducir pasó, para qué molestarme.
- Algunas quieren seguir siendo atractivas y sexies pero se equivocan en las formas: Se pasan de vueltas y consiguen un look ridículo por excesivamente juvenil. El típico y temible aspecto de vieja-joven.
- Solo unas pocas encuentran el camino, se reciclan como se debe, reinventándose para mostrarse atractivamente maduras pero muy deseables.
Ésa es nuestra meta: Resultar magnética y atractiva aún cumpliendo el Medio Siglo.
¿Por qué no fijarnos en lo que hacen las mujeres triunfadoras?. ¿Por qué no seguir sus pasos y adaptar sus técnicas a nosotras mismas para seguir gustando?. Si prestas atención a este blog descubrirás que es posible.
Es muy importante aceptar nuestra edad y saber que nos queda bien en cada etapa de la vida. Es admirable mantener el espíritu joven,pero no es lindo vestirse como adolecente cuando ya no lo somos.
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