24 de octubre de 2011

MATAR A LA MARUJA (4)

Sigamos. Reconocerás a tu Maruja Interior por muchos signos: Es la que te aconseja comprarte esos zapatitos negros, o quizá marrones de salón con medio tacón, tan cómodos. Esos que, cuando te los pones con una falda tubo, te hacen parecer una monja seglar. Ella y solo ella es la que te tienta a ponerte aquel conjuntito bisutero tan llamativo de pendientes, collar y pulsera que compraste hace 15 años. La que se interpone entre tú y tu armario y te impide tirar todas esas blusitas tan monas y tan absolutamente pasadas.






Siempre al acecho, te aconseja ponerte una camiseta corta y ceñida con unos leggins de print leopardo, tacones incluidos que queda tal que así, o, por el contrario, puede darle por coleccionar para tí clásicos pantalones de pinzas y trajes de chaqueta grises, sin sustancia. Es mala, malísima, y te sopla al oído en la pelu que te hagas más mechas rubias; que te aclares el pelo más y más hasta conseguir ese color que se iguala con tu piel y desdibuja tus facciones, haciéndolas invisibles al ojo humano. He leído por ahí "Ahora las mujeres no envejecen, se hacen rubias"... Qué buena frase.




Por poner un ejemplo de alguien conocido, se me ocurre citar a Mila Ximénez de Cisneros. Esta señora, ex mujer de Manolo Santana y actualmente exitosa tertuliana en Tele 5, tiene una Maruja Interior fuerte y mandona, que la obliga a utilizar unos estilismos de Baby-Doll trasnochada, completamente absurdos y fuera de toda razón. Con exhibición de blusitas de cuello bobo combinadas con faldas de vuelo por encima de la rodilla, consigue parecer una muñeca gigante y aviejada.

Tenemos otras muchas que nombrar; mujeres que, rondando, o sobrepasando los 50, se sacan tan poco partido que, en vez de Adelgazar 10 Años, engordan otros 10. Con todos los respetos, tengamos a Trinidad Jiménez o Lydia Lozano, guapas, pero con una Maruja Interior que habría que mandar al paredón. O Carmen Alborch, inteligente mujer, profesora de derecho, ex ministra, política impenitente... Magnífica escritora, autora del interesante libro Solas, tiene una Maruja Interior muy peculiar y digna de mención. Es una Maruja con vocación de gipsy chic que le obliga a tintarse el pelo de rojo zanahoria, y a vestir túnicas indostánicas. Le consigue un aspecto estrafalario, pero, al menos, es original.


Tu Maruja Interior te dirá que las uñas laaargas y pintadas de rojo son super sexies; puede, pero no se llevan, están desfasadas. Eso, si no se le ocurre empeñarse en que te pongas aquellas tremendas, artificiales garras porcelánicas, de punta cuadrada y manicura francesa.






En este punto tengo que insistir en dos cosas, básicas y muy importantes a tener en cuenta:


1.- Hay multitud de cosas que a los 25, incluso 30 años quedan geniales. Esas mismas cosas, 20 años más tarde pueden significar un suicidio. Te convierten fácilmente en una ridícula vieja-joven, o, contariamente, aunque no por ello menos desastroso, te envejecen de gratis. Incluyen: Colores de pelo, ciertos estampados, minis vaqueras, falditas a media pantorrilla, pieles, etc., etc. Pero eso lo iremos viendo en posts menos generalistas que éste.


2.- Cuidado con los extremos. A veces se tocan y pueden conseguirte los mismos indeseables resultados: Prendas demasiado juveniles te avejentan. Prendas demasiado clásicas también. Huye pues, como alma que lleva el diablo, tanto de unas como de las otras.


Si me lo permites yo también puedo ayudarte a reconocer y neutralizar a tu Maruja Interior. Déjame aquí un comentario a estos posts, o, si prefieres hablarlo en privado, no dudes en enviarme un e-mail explicándome en qué te gustaría cambiar tu aspecto.

2 comentarios:

  1. Hola Miss Forty, te echaba de menooooos. Me alegro de que hayas vuelto y de que lo hayas hecho en la misma línea.

    Estoy totalmente de acuerdo con los consejos, a veces la maruja interior se nos sube a la parra y cuando nos damos cuenta ya es demasiado tarde, pero siempre podemos rectificar para la próxima vez.

    Observo a las mujeres públicas (bien entendido el término, no seamos machistas) y hay quien se viste maruja y quien no, independientemente de la edad. Por ejemplo, las políticas, casi todas están mal aconsejadas. Me gusta mucho como se arregla Rosa Díez, es una mujer muy moderna, y comprobamos que eso no está reñido con la elegancia. También me encanta Elvira Lindo, otra mujer coqueta, elegante, lady, y sin embargo no es maruja, ni se echa años. ¿Tú qué opinas? Un saludito.

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  2. Maria Dolores, qué bien verte por aquí otra vez!. Disculpa mi retraso en contestarte!.
    Inventé a mi personaje, la Maruja Interior, porque es alguien desconocido pero que nos habita a muchas ;) Hay que neutralizarla!.

    Rosa Díez me cae genial, para mí pelín clásica, aunque comprendo que por su trabajo.. Y Elvira Lindo tb me gusta, sobre todo como escribe. Aún así, creo que podrían sacarse más partido.

    Me gustan: Joer, españolas no se me courre ninguna, déjame pensarlo ;) Muchos besos, Vuelve!

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